La atracción femenina radica en el equilibrio de sus formas anatómicas, y la belleza es fruto de la personalidad y de los valores de la mujer.
Aunque se dé la circunstancia de que coincidan estos dos aspectos, la imagen proyectada nunca es igual a ojos de los demás, pero lo realmente importante es la imagen que percibe la propia mujer de sí misma. Si a la mujer acepta la imagen que le devuelve el espejo (Atracción) le aportará autoestima, confianza y seguridad, con lo que se afianzará su personalidad y se reforzarán sus valores (Belleza). Es entonces cuando la mujer brilla con luz propia y provoca admiración en su entorno.
El trabajo profundo sobre todos los tejidos es el único método capaz de retornar a la mujer las formas anatómicas perdidas y hacer de la anatomía femenina un conjunto armónico y estéticamente atractivo. Para ello es necesario tratarlo como tal y realizar siempre tratamientos completos,evitando tratar zonas localizadas, a no ser que sea estrictamente necesario.
Hay que tener en cuenta que este método de trabajo, realizado manualmente, o con equipos capaces de ello, nos va a aportar volumen estético (bonito) en piernas y glúteos a través de la recuperación del tono muscular, al mismo tiempo que va a eliminar todo el volumen (antiestético) acumulado por grasas y líquidos en abdomen, cintura, caderas y muslos, tonificando en general todos los tejidos y eliminando la flacidez.
Haciendo un inciso en la flacidez, os diré que la mayoría de sistemas que se utilizan para su tratamiento (pinzado rodado manual, “arrastre nudillar”, succión…) paradójicamente provocan tracción sobre los tejidos más superficiales como dermis y epidermis, contribuyendo así a un estiramiento de la piel, con un resultado totalmente contrario al perseguido.
En estos tratamientos el objetivo principal será realizar un trabajo profundo por compresión y deslizándose en superficie para evitar el estiramiento de la piel. Obviamente se utilizarán productos reafirmantes y con una fluidez que permita realizar todo el tratamiento sin traccionar estos tejidos y bajo ningún concepto se aplicará calor.
Solo así conseguimos ese ansiado equilibrio estético en la figura femenina. Sin olvidarnos, por supuesto de los beneficios terapéuticos como la desaparición de líquidos acumulados, piernas cansadas, mejora excepcional de la circulación sanguínea y eliminación de contracturas…