Nota: Es habitual que cuando la primera menstruación es dolorosa, en la mayoría de casos continúen siéndolo durante años, e incluso hasta que desaparecen con la edad. El dolor es característico y abarca desde la zona abdominal y urogenital hasta la zona lumbar. En muchos casos después de un embarazo, en el que durante unos 10 meses no se produce la menstruación, puede descender en nivel de dolor, quedando en leves molestias. A continuación expondré porqué sucede esto.
Si la primera “regla” ha sido dolorosa, la musculatura de ambas fosas iliacas, zona abdominal, zona urogenital y zona lumbar se han contracturado. Sabemos que cuando aparece un dolor o molestia, automáticamente se produce una reacción muscular de autoprotección en cualquier punto del trayecto nervioso, comprimiéndolo y provocando más dolor. En condiciones normales el dolor de la fase aguda de la menstruación desaparecería y en un periodo de 2/3 meses, la musculatura tiende a recuperar un tono distendido, liberando parcialmente los nervios comprimidos, pero como a los 28 días se repite el mismo proceso, de modo que una musculatura que aún no ha liberado los nervios implicados, vuelve a contraerse reiniciando el proceso de nuevo y pasando por todas sus fases.
Origen: Como ya hemos visto, es una compresión de las ramas nerviosas que inervan la zona urogenital en su trayecto desde la zona abdominal y lumbar. Esta compresión está provocada por la musculatura, tanto lisa como estriada, de ambas fosas iliacas (abdominogenital), zona urogenital y zona lumbar.
Signos y síntomas: Como signos tendremos el sangrado y la inflamación de la mucosa vaginal y útero, como síntoma principal, aparece el dolor generalizado en la propia zona y zona abdominal, irradiándose hasta la zona lumbar.
Tratamiento: En este caso las zonas a tratar están muy claras. Teniendo en cuenta que ya sabemos qué musculatura está ejerciendo la compresión sobre las diferentes ramas nerviosas, trabajaremos de forma manual, o con BELLACTION DÚO sobre toda la zona abdominal, incidiendo en ambas fosas iliacas, siguiendo el mismo proceso que en patologías gastrointestinales. Posteriormente realizaremos un masaje profundo en toda la espalda, haciendo especial hincapié en toda la musculatura lumbar, iliocostal y glúteos. Los plexos nerviosos quedan liberados y dejan de producir el dolor.
En tan solo dos sesiones habremos eliminado todas las molestias y dolor provocados por este proceso natural en la mujer. En lo sucesivo las menstruaciones se suceden sin síntomas, pero puede ser que con el paso de los meses se produzca alguna inflamación o irritación excesiva que reinicie el proceso de nuevo. En este caso y tan solo con una sesión, habremos neutralizado los efectos negativos de nuevo.